Golf de Mignaloux Beauvoir
DESCRIPCIÓN
En 92 hectáreas, el campo de golf, relativamente plano, se integra en el paisaje de una multitud de árboles de todo tipo y algunos lagos. Los árboles participan en el juego del golf creando puntos de referencia, obstáculos, pantallas, ilusiones ópticas y sensaciones de espacio. Los jugadores no encontrarán ninguna dificultad aparente. En primavera, la fauna y la flora se despiertan, contribuyen al equilibrio de la biodiversidad, el ojo entrenado podrá admirar los animales furtivos que tomarán posesión de su territorio al atardecer o las raras orquídeas silvestres, de una belleza notable. En otoño, la vegetación cambia de color para sobrevivir, a lo largo del fairway del 11 es el resplandor de los robles rojos de América. Los liquidámbar, las hayas y los fresnos, entre otros, se adornan con amarillos, rojos y marrones, aportando notas de color a esta vasta monocromía de verdes. La terraza de la casa club pronto se asomará a la llegada del green 18, una cascada con vistas será el último obstáculo del golfista. Alrededor de una pequeña capilla del siglo XIX, un arboreto formado por árboles raros y coloridos se convertirá para quien sepa esperar en una paleta de colores que será la envidia del pintor".